Cuando hablamos de Ocio Inclusivo, entre profesionales, hablamos de incluir a un chico en el entorno comunitario para desarrollar una actividad, más o menos programada, con gente tan diversa como el mundo.
Entre ciudadanos, el Ocio inclusivo es algo tan sencillo como ayudar a ser uno más, y uno más útil en el barrio.
Y esto es lo que hicimos con Pablo, a petición del mismo.
Pablo nos recordaba que se había criado en el Ventorrillo, de echo, los orígenes de nuestra Asociación están allí.
Pablo recordaba con cariño esa época en la que era uno más con los compañeros de clase. Iban a clase juntos, quedaban por las tardes y echaban unas canastas. Con los años, como nos ocurre a muchos, ese grupo de colegas se deshizo y cada uno emprendió su rumbo.
Pablo, en ese momento, perdió un poco el contacto con el barrio y se acercó a la Asociación. A cambio, aprendió a manejarse por la ciudad, a conocer a nueva gente con la que salir y con la que reivindicarse como seres autónomos e independientes.
Pues bien, tras ver el buen resultado y lo ilusionado que estaba Alberto como Delegado de Campo en el Victoria C.F., Pablo demandó también participar en su barrio, es más, nos señaló el equipo al que quería ayudar y con el que quería ser uno más: el Ventorrillo F. S.
Y allá que fuimos. La idea les encantó, y en un año Pablo se ha convertido en una pieza fundamental en el equipo. Ejerce como Utillero, pero además es el pacificador en momentos de tensión, es el animador en momentos de flaqueza y, desde el principio, un talismán.
Asiste a los partidos de casa pero también a los de fuera, viajando con el equipo a sitios tan lejanos de nuestra tierra como Zamora.
Tanto el Ventorrillo F.S. como Pablo están encantados, y fruto de ese resultado, nosotros también.
Les deseamos toda la suerte del mundo, y aquí esperamos a más equipos y a más chicos.
Suerte Ventorillo F.S.!!!